“París bien vale mil fotos”
Enrique IV pronunció la conocida frase: “París bien vale una misa”, quizás sí, aunque para una persona poco religiosa como yo y que siempre va cámara en mano, modificaría la frase para decir: ¡París bien vale mil fotos!
Cualquier momento y excusa son válidos para visitar la capital francesa y dejarse llevar por su majestuosidad. Y es que para un aficionado a la fotografía “La Ciudad de la Luz” tiene miles de imágenes por tomar. Para muestra, un botón, pasead por las galerías de @superchinois801 o la de @seb_gordon en Instagram o la de Valentin Nesta en 500PX para daros cuenta.
Por esas suertes de la vida y gracias al concurso de Fontvella Levité y la organización de Waynabox tuve el privilegio de pasar 3 días en esta bella ciudad. Así que el pasado fin de semana y tras un vuelo Low Cost hasta el pequeño aeropuerto de Beauvais, y un caro y largo viaje en bus de 17 euros hasta el centro, por fin me reencontré con París.
TIP: Si tenéis pensado volar a París vía Beauvais (a 70 km) comprobad que la diferencia de precio con vuelos a aeropuertos más cercanos desde donde se llega en bus urbano al centro de la ciudad, no os salga más barato que la combinación del vuelo Low Cost a Beauvais más el bús de 17 euros. ¿Lo importante? Dedicar un poco de tiempo a buscar antes de comprar.
Cada vez que vengo me vienen a la cabeza los mismos adjetivos: elegante y majestuosa. La ciudad está organizada en los llamados ‘Arrondisements’ (distritos) numerados del 1 al 20 que se distribuyen concéntricamente y no, no hay forma de ir a dar con un barrio que no sea de interés. Sus anchos bulevares, abiertos durante la época del Segundo Imperio de Napoleón III, cuando se trazó la ciudad tal y como hoy la conocemos, sus plazas, sus jardines y sus edificios clásicos de fachadas simétricas la convierten en una de las grandes capitales europeas. Y si a todo esto le sumamos las pequeñas callejuelas que se ramifican desde sus grandes avenidas, se convierte en una de mis ciudades favoritas y una de las mejores para fotografiar.
Así que nada más llegar, empezó la caminata (que duraría tres días). Volví a maravillarme con iconos como el Arco del Triunfo, donde os recomiendo subir arriba, ya que sus magníficas vistas así como su genial escalera de caracol, lo hacen un lugar obligatorio para visitar.
Da igual las veces que vuelvas a esta ciudad. Ya seas turista, viajero o mochilero, es muy difícil no querer visitar otro de los iconos de la ciudad, la torre Eiffel y, si vas con la cámara en la mano, es imposible no querer hacerle fotos des de todos los ángulos. Os recomiendo las visitas desde el Trocadero, para después cruzarla por debajo e ir a los campos de Marte. En mi caso, y en este viaje, era ideal para poder seguir hasta mi alojamiento, el Eiffel Segur, un hotel de tres estrellas con un personal muy atento y a 10 minutos de la torre. ¡Ah! ¡No olvidéis volver a la torre Eiffel de noche para verla iluminada!
Durante los dos siguientes días me dediqué a caminar y a “perderme” por la ciudad. Cada uno de sus rincones evoca miles de referencias literarias, poéticas y cinematográficas. Visites lo que visites, ya sea Notre-Dame, los Campos Elíseos, Vendôme, el barrio latino, la Bastilla, la Ópera, el Louvre, el centro Pompidou, la Sorbona, el Museo Rodin o el Pont Neuf, o simplemente recorriendo el Sena, París siempre te regala algo para admirar y fotografiar en cada esquina.
Aunque os recomiendo si tenéis tiempo, que os alejéis de la Ile de la Cité, el corazón de la ciudad, para acercaros al Moulin Rouge o Montmartre, uno de los barrios más bonitos de la capital francesa, donde vale la pena perderse por sus calles de aire bohemio. Es el París de la “Belle Époque”, repleto de callejones empinados presididos por el Sacré-Coeur, desde donde tendréis unas magníficas vistas de la ciudad.
TIP: Os dejo un mapa de los principales lugares que visité por si tenéis pensado visitar la capital francesa. Usé este mapa y me descargué el mapa de la ciudad en mi app de google maps para poder usarlo offline. Así evitaréis llevar un engorroso mapa desplegable que solo te define como turista.
También podéis acercaros a conocer el cementerio del Père-Lachaise, para visitar las tumbas de Jim Morrison, Édith Piaf y Oscar Wilde, entre otros. O acercaros a La Défense, el barrio más moderno, totalmente diferente al resto de la ciudad. Repleto de rascacielos y grandes construcciones con aire futurista presididos por el Gran Arco de la Fraternidad (Grande Arche de la Fraternité), más conocido como el Arco de la Defensa. Pero no me alargaré con la lista entera de monumentos y sitios para visitar, porque seguro que todo el mundo conoce o tiene en mente qué visitaría. Igual que otras grandes ciudades, como Londres o Roma, París tiene demasiadas cosas para ver, así que tan solo me gustaría compartir algunos consejos de mi experiencia:
- Si os gusta la fotografía de arquitectura vais a disfrutar y, sobretodo, no olvidéis ir a La Défense.
- Para casi todo lo que vayáis a visitar habrá filas eternas, así que paciencia. Comprar las entradas por anticipado o si contáis con poco tiempo valorar si preferís realizar la visita o perderos por sus calles y dejaros sorprender por la cotidianeidad de la gente y de la ciudad.
- Comer en París es muy caro, si queréis visitarlo todo, lo mejor es que os acerquéis a un supermercado a comprar algo liviano y así no parar.
- Si paráis en un café hacer como los parisinos que siempre se sientan mirando hacia la calle y no mirándose entre ellos. Mirar a la gente es uno de los pasatiempos favoritos de la ciudad y de muchas otras que conozco.
- No tengáis miedo a pedir ayuda. Dicen que los parisinos son antipáticos pero en mi experiencia no es así. Siempre los he encontrado dispuestos a ayudarme en todo momento.
- Al atardecer buscar las vistas, la cima de la Torre Eiffel, la Tour Montparnasse, o el Sacré-Coeur son algunos de los mejores lugares para ver el atardecer. Un plan que cualquier fotógrafo debería incluir en su estancia en la capital francesa es la de hacer fotos de las vistas que nos ofrecen sus miradores.
- Lo mejor de París son todas las cosas que uno puede encontrarse por la calle si se dedica a caminar sin ningún rumbo (los franceses a esto lo llaman flâner: pasear para disfrutar de la ciudad, para vivirla). Un plan genial si lo vuestro es la Street photography. Las ciudades no son sólo sus monumentos, museos o iglesias. Tienen vida propia. Intentar capturar ese pequeño mundo y conseguiréis fotos emblemáticas y a la vez originales.
Y aunque la mejor manera de conocer París es a pie dejándote llevar por el ambiente callejero, para visitar algunos barrios más alejados es inevitable usar el transporte público, ya que algunas distancias son más largas. Con 300 estaciones repartidas en 16 líneas, el metro es el mejor método para desplazarse.
TIP: Si os bajáis una app como Moovit, podréis descargaros el mapa y con solo poner dónde queréis ir os calculará todas las rutas posibles, y lo más importante, funciona offline.
TIP: Un tiquete de metro tiene un valor de 1,70 euros. Si planeáis viajar mucho en metro durante vuestra estancia, es más económico comprar un pase válido por 10 viajes por un valor de 12,50 euros.
Y como no, al final de los tres días me faltaron horas. Es cierto que gran parte las perdí embobado admirando cada rincón de la ciudad o en comisaria. Sí, sí, en comisaria después que algún simpático me robara la bolsa con todo el equipo fotográfico. Por suerte, la Fuji X-T10 la llevaba en la mano y puede continuar el viaje con mi cámara. Y a pesar del disgusto, sigo pensando que París es una de mis ciudades preferidas y es que no es difícil caer rendidos ante su “je ne sais quoi”. Sé que volveré, así que ¡Hasta la vuelta, París!
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“París ben bé val mil fotos”
Enrique IV va pronunciar la coneguda frase: “París ben bé val una missa”, potser sí, encara que per a una persona poc religiosa com jo i que sempre va amb la càmera a la mà, modificaria la frase per dir: París ben val mil fotos!
Qualsevol moment i excusa són ideals per visitar la capital francesa i deixar-se portar per la seva majestuositat. I és que per a un afeccionat a la fotografia “La Ciutat de la Llum” té milers d’imatges per fer. Com a mostra, passegeu per les galeries de @superchinois801 o la de @seb_gordon a Instagram o la de Valentin Nesta a 500PX per adonar-vos-en.
Per aquestes sorts de la vida i gràcies al concurs de Fontvella Levité i l’organització de Waynabox vaig tenir el privilegi de passar 3 dies a aquesta bella ciutat. Així que el cap de setmana passat i després d’un vol Low Cost fins al petit aeroport de Beauvais, i un car i llarg viatge en bus de 17 euros fins al centre, per fi em vaig retrobar amb París.
TIP: Si teniu pensat volar a París via Beauvais (a 70 km) comproveu que la diferència de preu amb vols a aeroports més propers des d’on s’arriba en bus urbà al centre de la ciutat, no us surti més econòmic que la combinació del vol Low Cost a Beauvais més el bús de 17 euros. L’important? Dedicar una mica de temps a buscar abans de comprar.
Cada cop que vinc em vénen al cap els mateixos adjectius: elegant i majestuosa. La ciutat està organitzada en els anomenats ‘Arrondisements’ (districtes) numerats de l’1 al 20 que es distribueixen concèntricament i no, no hi ha forma de trobar un barri que no sigui d’interès. Els seus amples bulevards, oberts durant l’època del Segon Imperi de Napoleó III, quan es va traçar la ciutat tal com avui la coneixem, les seves places, els seus jardins i els seus edificis clàssics de façanes simètriques la converteixen en una de les grans capitals europees. I si a tot això li sumem els petits carrerons que es ramifiquen des de les seves grans avingudes, es converteix en una de les meves ciutats favorites i una de les millors per fotografiar.
Així només arribar, va començar la caminada (que duraria tres dies). Em vaig tornar a maravellar amb icones com l’Arc del Triomf, on us recomano pujar a dalt, ja que les seves magnífiques vistes així com la seva genial escala de caragol, el converteixen en un lloc obligatori per visitar.
És igual els cops que tornis a aquesta ciutat. Ja siguis turista, viatger o motxiler, és molt difícil no voler visitar un altre de les icones de la ciutat, la torre Eiffel i, si vas amb la càmera a la mà, és impossible no voler fer-li fotos des de tots els angles. Us recomano les visites des del Trocadero, per després creuar-la per sota i anar als camps de Mart. En el meu cas, i en aquest viatge, era ideal per poder seguir fins al meu allotjament, el Eiffel Segur, un hotel de tres estrelles amb un personal molt atent i a 10 minuts de la torre. Ah! No oblideu tornar a la torre Eiffel de nit per veure-la il·luminada!
Durant els dos següents dies em vaig dedicar a caminar i a “perdre’m” per la ciutat. Cadascun dels seus racons evoca milers de referències literàries, poètiques i cinematogràfiques. Visitis el que visitis, ja sigui Notre-Dame, els Camps Elisis, Vendôme, el barri llatí, la Bastilla, l’Òpera, el Louvre, el centre Pompidou, la Sorbona, el Museu Rodin o el Pont Neuf, o simplement recorrent el Sena, París sempre et regala alguna cosa per admirar i fotografiar a cada cantonada.
Encara que us recomano si teniu temps, que us allunyeu de la Ile de la Cité, el cor de la ciutat, per apropar-vos al Moulin Rouge o Montpmartre, un dels barris més bonics de la capital francesa, on és ideal perdre’s pels seus carrers d’aire bohemi. És el París de la “Belle Époque”, replet de carrerons empinats presidits per Sacré-Coeur, des d’on tindreu unes magnífiques vistes de la ciutat.
TIP: Us deixo un mapa dels principals llocs que vaig visitar per si teniu pensat visitar la capital francesa http://bit.ly/mapaparis Vaig usar aquest mapa i em vaig descarregar el mapa de la ciutat a la app de google maps per poder usar-ho offline. Així evitareu portar un enutjós mapa desplegable que solament et defineix com a turista.
També podeu apropar-vos a conèixer el cementiri del Père-Lachaise, per visitar les tombes de Jim Morrison, Édith Piaf i Oscar Wilde, entre d’altres. O apropar-vos a la Défense, el barri més modern, totalment diferent a la resta de la ciutat. Replet de gratacel i grans construccions amb aire futurista presidits pel Gran Arc de la Fraternitat (Gran Arche de la Fraternité), més conegut com l’Arc de la Defensa. Però no m’allargaré amb la llista sencera de monuments i llocs per visitar, perquè segur que tothom coneix o té en ment què visitaria. Igual que altres grans ciutats, com Londres o Roma, París té massa coses per veure, així que només m’agradaria compartir alguns consells de la meva experiència:
- Si us agrada la fotografia d’arquitectura aneu a gaudir i, sobretot, no oblideu anar a la Défense.
- Per gairebé tot el que aneu a visitar hi haurà files eternes, així que paciència. Comprar les entrades online o si teniu poc temps valoreu si preferiu realitzar la visita o visitar els seus carrers i deixar-vos sorprendre per la quotidianitat de la gent i de la ciutat.
- Menjar a París és molt car, si voleu visitar-ho tot, el millor és que us apropeu a un supermercat a comprar alguna cosa lleugera i així no parar.
- Si pareu en un cafè feu com els parisencs que sempre s’asseuen mirant cap al carrer i no mirant-se entre ells. Mirar a la gent és un dels passatemps favorits de la ciutat i de moltes altres que conec.
- No tingueu por a demanar ajuda. Diuen que els parisencs són antipàtics però per la meva experiència no és així. Sempre els he trobat disposats a ajudar-me en tot moment.
- Al capvespre buscar les vistes, el cim de la Torre Eiffel, la Tour Montparnasse, o el Sacré-Coeur són alguns dels millors llocs per veure el capvespre. Un pla que qualsevol fotògraf hauria d’incloure en la seva estada a la capital francesa és la de fer fotos de les vistes que ens ofereixen els seus miradors.
- El millor de París són totes les coses que un pot trobar-se pel carrer si es dedica a caminar sense cap rumb (els francesos a això en diuen flâner: passejar per gaudir de la ciutat, per viure-la). Un pla genial si ho vostre és la Street photography. Les ciutats no són només els seus monuments, museus o esglésies. Tenen vida pròpia. Intenteu capturar aquest petit món i aconseguireu fotos emblemàtiques i alhora originals.
I encara que la millor forma de conèixer París és a peu deixant-te portar per l’ambient de carrer, per visitar alguns barris més allunyats és inevitable utlitzar el transport públic, algunes distàncies són molt llargues. Amb 300 estacions repartides en 16 línies, el metro és el millor mètode per desplaçar-se.
TIP: Si us baixeu una app com Moovit, podreu descarregar-vos el mapa i només posant on voleu anar us calcularà totes les rutes possibles, i el més important, funciona offline.
TIP: Un tiquet de metro té un valor d’1,70 euros. Si planegeu viatjar molt amb metro durant la vostra estada, és més econòmic comprar una tiquet vàlid per 10 viatges per un valor de 12,50 euros.
I com no, al final dels tres dies em van faltar hores. És cert que gran part les vaig perdre embadalit admirant cada racó de la ciutat o a comissària. Sí, sí, a comissària després que algun simpàtic em robés la bossa amb tot l’equip fotogràfic. Per sort, la Fuji X-T10 la portava a la mà i vaig poder continuar el viatge amb la meva càmera. I malgrat el disgust, segueixo pensant que París és una de les meves ciutats preferides i és que no és difícil caure rendits davant la seva “je ne sais quoi”. Sé que tornaré, així que fins la propera, París!